Si sí o si no, realmente a nadie le importa. Así que me evitaré toda promesa que ilusione a nadie con que voy a escribir más, seré más atento, me portaré bien y pagaré a tiempo mis impuestos. Como realmente a nadie le importa y la palabra que tengo no tiene gran valor, al menos para mí, sólo puedo pedir disculpas por cambiar este espacio tan bonito por uno tan horrible y lleno de desperdicio como esa otra plataforma cuyo nombre quiero recordar.
Cuando menos me doy cuenta, el tiempo se pasa rápido. Una prueba es que hace treinta días que este globo cumplió una vuelta más al sol y ni siquiera puedo reseñar un día entero de actividades entre todos. Y por hoy no hay remedio.
Me siento demasiado incapacitado para hablar con la verdad. No creo ser apto para hablar de cosas bonitas y he perdido en ello toda inspiración. Eso por lo pronto, porque no falta mucho para que encuentre que realmente el único que aquí sobra soy yo.
Del otro lado 7
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Edgar no quería ser como su papá que la mayor parte del día y de la noche
se la pasaba en la calle, apostando en el frontón y los billares o
financiando ...
Hace 9 años
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