Pues veo que lo de hoy es suicidarse y anunciarlo en tuiter. Es como emocionante y además a uno lo hace partícipe y cómplice. Al Rot recién le pasó, no es asunto mío la verdad. Cada quien tiene sus motivos, pero al final los suicidas deben tener vocación de suicidas.
Lo de tuiter es un decir, regularmente exagero las cosas (para mal o para bien, aunque más bien para mal) y rara vez hablo en serio. Ya, en serio, que no me gusta que se suiciden. Los que hacen de su muerte un espectáculo macabro para tener a sus amigos todos preocupados y hasta pidiéndoles de favor que no se maten, esos sí me cagan. Pero eso no es ninguna novedad, a nadie le hace gracia que sus amigos se le mueran.
Como dijera el señor Hara-kiri Kami-kazi, son pocos y cada vez menos. Los amigos.
Bueno, ya me voy. Pero luego les voy a platicar más de mis aventuras en peñasco y la batalla contra la horda de lesbianas bajanovias. ¡Chingado, pues contra un par de chichis nadie puede competir!
Del otro lado 7
-
Edgar no quería ser como su papá que la mayor parte del día y de la noche
se la pasaba en la calle, apostando en el frontón y los billares o
financiando ...
Hace 9 años
0 comenterios:
Publicar un comentario