Oye Fox

Te he escuchado decir que te daban ñáñaras ser nuestro Presidente. Te escuché pedirle de favor a Fidel que no dijera palabrotas (acerca de EE.UU.) y que se fuera en cuanto terminara su comida, o que de preferencia la pidiera para llevar. Te escuché decirle "Qué pasó, Mi Rey" al Rey Juan Carlos (en esa, lo reconozco, te la mamaste!). Te he escuchado decir un montón de sandeces. Parece que la relación entre tu lengua y tu cabeza, está casi igual de desgastada de como la dejaste con el hermano pueblo cubano. O peor tantito, porque culpar a los astros de nuestra poca fortuna y de la crisis que nos azota, es no tener vergüenza.

El Estado mexicano se encuentra en una de sus peores crisis de gobernabilidad. Después de 70 años de tambaleante estabilidad, a Vicente Fox le tomó sólo 6 años para poner al país de cabeza y entregándolo a Felipe Calderón, que vino a ser un pequeño Bush y hacer una miniguerra en nuestro nombre, aparentemente para resguardar a las generaciones futuras de las drogas y utilizando argumentos tan absurdos como necios. Se han encargado de convertir a mi país en una pequeña zona de guerra para todos los actores políticos, una especie de carroña de un animal que aún respira disputada por un montón de buitres.

Pero Fox, no mames. Que estemos salados no es culpa de nadie, sólo de ti.