Peatona

la ciudad me mira con tus ojos.
-ismael serrano

Los rostros se han reducido de un tiempo para acá. Es como ver las mismas caras en todos lados: gente cruzando la calle, la angustia de la prisa, el enojo de quien no puede pasar, la impotencia del peatón que a cada paso se incendia de rabia contra el automovilista manchado. Es como si se le hubiera terminado la imaginación a dios, todos están por todos lados y nadie parece notar que cada vez perdemos el brillo de lo auténtico.

Ya te he visto en distintos lugares. Y aunque no lo creas yo también estoy por todos lados; fui quien se reía por dentro al ver tu cara de miedo en un 380, fui el que se contagió de tu bostezo esperando el 371, fui quien muere por sentarse a tu lado hacia donde el destino no cobre peaje.

En todos lados, sin saberlo, siempre has estado ahí.

De pronto tengo la certeza de que existes y que no es un montaje. Que algún día te descubriré desconocida y envuelta en la sequía de verte partir por última vez.

Son días buenos. Despierto cubierto de incertidumbre, tomo un baño de puntos suspensivos y, para la hora de huír, normalmente ya hay alguna amenaza de lo que me platicas que parece no conducir a ningún lado, sólo bajo el pretexto de molestarte en lo que el camino se nos termina.