En carne viva

En una nueva oportunidad que me doy para un reconciliamiento con los libros, conseguí una biografía de Sabina y pinta para ser un buen libro. En general porque se trata de uno de los más grandes genios de la literatura contemporánea; finalmente se trata de un gran escritor, ante todo de un gran poeta.

Alguna vez estuve tentado de escribirle una carta. Intentaba decirle lo descepcionado que estaba de su persona y de su inagotable claridad compositora. Quien sabe, lo pensé fríamente y concluí que lo más sensato sería decepcionarme de él. Finalmente sería uno de tantos a los que al póker engañó. No sé si sea lo suficientemente claro al decirlo, pero tal vez él sepa de lo que hablo cuando hablo del destino. Conformarme con su trabajo sería tirar a la basura todo lo que ha hecho, y de todo lo que ha hecho es un retrato actual de un donnadie, del más grande donnadie de todos. Buen borracho, bailando al twist de puta madre, regando whisky mediante y envolviéndose en periódicos para cosechar un sombrero.

A lo largo de la vida, la mayoría de nosotros construye en su intimidad mental una historia cultural de los años en los que le ha tocado vivir. A menudo concebimos esa historia como un recuerdo colectivo que otros compratirán con nosotros. Incluso nos referimos a ella como 'nuestro' tiempo. Pero lo cierto es que se trata sólo de un tiempo personal, el tiempo social, cultural e histórico de nuestra intimidad, nuestra imagen personal de lo que ha ocurrido en el mundo [...] Trabajamos sin cesar para lograr cierta comprensión de nuestra vida y de nuestro tiempo. De modo que revisamos permanentemente nuestra historia personal del pasado hasta incluir en ellaa todos aquellos en relación con los cuales hemos reaccionado en la vida: nuestros amigos, nuestros parientes, nuestros enemigos, nuestras estrellas de cine, nuestros atletas, nuestros héroes y las figuras públicas, por no hablar de todos los grandes acontecimientos, los históricos, y también de los minúsculos, por los que hemos pasado, además de todos los libros que han permanecido con nosotros, los que han contribuído a cambiar nuestra vida.

Norman Mailer
Del prólogo a América (que a su vez figura como prólogo para el libro)

Dejo, como dice el segundo pedazo de prólogo, de intentar de ajustar cuentas por los que se dicen mis enemigos que igual quiero, para promoverme un ajuste de cuentas conmigo mismo.