Muchos de estos días

¿Será que este contrato temporal
no entiende
de tardes de cine
y de amaneceres?

¿Será que aún no vives conmigo?

Mi modo de vivir la vida que dejó de ser mía me gustaba. Dormir por el día y fingir que vivo por la noche. De eso hace rato que ya no. Incluso ayer que me apuraba para irme a la cama (sintigo) pasadas las once y media de la noche. Y me amargó la vida el hecho. Pero no puede ser de otra forma, la gente normal lo hace y al parecer vive con ello. Por muy cansados que se vean sus caras, por muy tristes que sean sus manos.

Yo vivo en una casita muy bonita en la luna. Ahí, todo es por telescopio. Desde acá que te veo y que por mi lente tan distante bailas despacio la danza de los días. Mis días tristes que estoy hasta acá. Mi camión a la tierra sale en la tardecita, poco antes de que anochesca.

Poco menos cada día, para que sea suficiente como para contarlo como si fuera un febrero cualquiera.