Así que un día estuve viendo Shalalá (ese programa cotorrón que conduce Katia D'Artigues y Sabina Berman) y era un feliz y amistoso debate entre tres religiones; La Católica Romana (este blog no es católico y recibe propaganda de otras religiones), la Judía y, finalmente, Osho. Siendo Osho la menos religión de las tres, siendo más bien una forma de llevar tu espiritualidad.
Pasa que me llamó mucho la atención y pensé en investigar para plantear mis bases en una intensa reconciliación con mi ego y dar testimonio de mi propia conciencia por medio de largas meditaciones para llegar a la iluminación.
Pero, como podrán esperar, estaba totalemente equivocado. He leído acerca del fundador de este movimiento para venirme a enterar que el tipo era un güey que se la pasaba hablando de grandes maestros de la filosofía, tenía una barbota como talibán y llegaba a sus congresos y reuniones en flamantes Roll Royce's... ¡igualito que el Papa! Así que no dudé en decepcionarme un segundo y mandar a la chingada todo lo que representa el Osho.
Osho (el tipo de la izquierda) fue detenido a finales de los 80's en los EE.UU. por entrar al país con sabecuánto dinero y sabecuántas joyas. Lo metieron a la cárcel y deportado, finalmente. Después emitió un comunicado anunciando un deterioro a su salud argumentando (por parte de sus médicos y abogados) haber sido envenenado en las cárceles de los Estados unidos, planteando la hipótesis de que en su dormitorio esparcían talio.
El juez de los yunaites, Charles Hunter, se aventó la gran joya del momento al decir: "Es una ficción completa, y hay que considerar la fuente: este señor no tiene ninguna credibilidad". Y... bueno, sí, ¿pues qué querías?
Yo por lo pronto sigo sin religión manifiesta. Voy a buscarle al Hare Krishna porque ahí todo es felicidad (como el nintendo).
Para cerrar este pretencioso y propagandista post, una imagen que me hizo cagarme de risa en el trabajo
El chavo del osho
0 comenterios:
Publicar un comentario