ANONADADO es un grupo formado por dos parejas progres y una chica sola, intrépida y brutalmente espontánea.
A es la chica sola.
NO es el marido de NA, y
DA es la señora de DO.
A es una chica francamente independiente. En su triángulo superior cabe de todo. Resulta, sin duda, la más interesante del grupo; por esta razón va siempre la primera.
NA es la típica esposa anodina, a la cual el marido anula sin proponérselo siquiera, como si fuera su sombra, va siempre después de él.
En cambio, en el matrimonio formado por DA y DO, ocurre lo contrario. DA no es que sea mucho más inteligente que NA pero milita en un grupo pedorro-feminista y por lo tanto es ella la que antecede siempre a su marido. Cuando un amigo de DO (que estaba pasando por una época terriblemente sincera pues se esta sicoanalizando) le dijo que DA le dominaba, DO le confesó que ir detrás de DA era como recibir un continuo regalo.
Como era de esperar, la presencia de A supone un verdadero revulsivo para los dos matrimonios. Todos viven en la misma casa, y no resulta fácil convivir con A.
A es hermosa, y para cierto tipo de mujeres, entre las que se incluyen NA y DA, la belleza femenina de las otras les producen vómitos.
- A es una chica demasiado abierta de piernas, tú ya me entiendes -se dicen la una a la otra.
Pero lo cierto es que A tiene los pies bien apoyados sobre el suelo. Prueba de ello es la confesión que hace de sí misma:
- Tiendo hacia arriba, no puedo evitarlo, pero soy consciente de mis límites.
NONADADO es el resultado de que A abandone a sus cuatro compañeros. Un mundo nuevo se abre ante ellos: El mundo de la Negación del Nadado. Les está permitido bañarse, pero no pueden nadar, de lo contrario les ocurrirá algo.
No pueden nadar ni a favor de la corriente, ni en contra de ella.
Tampoco pueden nadar en la abundancia.
Conscientes del peligro que entraña el agua para ellos, las dos parejas huyen del país y se instalan en un desierto.
A veces comentan con la añoranza que da el muermo: Ah, si A estuviera aquí.
Pero en el fondo saben que si A se abrió fue por culpa de sus reticencias.
Un día NA y DA, aprovechando la ausencia de sus maridos, cotorrean un poco:
- Le hacían la vida imposible, a la pobre A.
- Se olvidaban que una mujer, sean cuales sean sus inclinaciones, siempre tiene un corazón.
- Si por lo menos desde que se fue se hubieran dedicado un poquito más a nosotras, sus legítimas esposas.
- Desde luego, ¡no hay derecho!
NO y DO llegan a tiempo de escuchar parte de la conversación.
NO.- ¡Cuando se quedan solas son tan insignificantes!
DO.- ¡Están vacías!
NO.- Pero lo importante es que se ha inaugurado un nuevo puente sobre el río KWAI.
DO.- Además, la infanta Helena es ya toda una mujer.
NO (reflexivo).- ¿Te das cuenta? Sin ellas estamos condenados a ser un vulgar noticiario.
Es cierto. NA y DA juntas son muy superficiales. Lo único que se les ocurre es ordenar a todo el que se encuentran que se ponga a nadar inmediatamente. Y eso fue lo primero que hicieron cuando vieron llegar a NO y DO, dándoles las últimas noticias nacionales y extranjeras.
Pero después de verlos nadar comprendieron que aquello tampoco las hacía felices y que resultaba tan inútil como todo lo demás.
DA decidió cambiar de vida y se contrató como secretaria de CÁRITAS, regalando generosamente su sueldo a otra institución social.
La huida de DA creó una nueva situación para el resto de sus compañeros NO, DO y NA. Se liaron entre sí, quiero decir, que DO se quedó con el matrimonio NONA haciendo vida marital.
Un día, estaban juntos los tres, NODONA, y se les acercó un hippy y les pidió algo. Como toda respuesta el hippy recibió una violenta patada en su desgastado culo.
Por casualidad, el mismo hippy llamó a la puerta de Da y le pidió también algo. DA no tenía nada, sólo podía entregarle sus ropas y eso hizo. Después se fue a trabajar, pero en CÁRITAS no la dejaron entrar desnuda, porque era un escándalo, y DA como tratando de reafirmarse a sí misma, se fue corriendo a una cordillera gritando su nombre al horizonte.
El eco le devolvía su grito monosilábico.
El DADÁ acababa de nacer.
-Pedro Almodovar
Del otro lado 7
-
Edgar no quería ser como su papá que la mayor parte del día y de la noche
se la pasaba en la calle, apostando en el frontón y los billares o
financiando ...
Hace 9 años