Íbamos mi tío y yo en una callesita que da al estacionamiento donde regularmente aparca su automóvil.
Así, a la distancia, vi a un contingente de jóvenes y de entre la multitud alcancé a distinguir a una chava que pues conocía de la univa. Así que me dijo mi tío, ve y salúdala e invítala, está guapa tu amiga. Así que allá fui.
Rayito (porque así se llama, lo juro). Cómo estás?
Ay, hola... Hola!! qué haces aquí?
Aquí vivo.
Ah, bueno. Y cómo estás?
Bien, muy bien.
(silencio)
Y qué andas haciendo?
Ah, vine aquí con mi tío (lo señalo) y vamos a tomarnos un café...
Ah, el del coche negro (de famosa marca alemana de María Mercedes la del Barrio)?
Sí.
Ah, mira... Y qué vas a hacer en la noche?
Nada. Me dio gusto verte, adióooos!
(de regreso)
Y qué te dijo?
Ah, que mañana iba a ver a las mariposas.
Del otro lado 7
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Edgar no quería ser como su papá que la mayor parte del día y de la noche
se la pasaba en la calle, apostando en el frontón y los billares o
financiando ...
Hace 9 años
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