Hoy ya se me quitaron las ganas de escribir. Ni siquiera exponer cómo me siento y los subsecuentes puntos y razones de por qué sentirse abatido. Hoy me doy cuenta que esto de escribir acá ya cualquiera lo puede hacer. Encuentro absurdo la desproporcional cuenta de comentarios que llevan bloggers suscritos hace apenas ocho semanas. A quienes, por supuesto, no les firman; les dejan rayones.
Estoy hasta la puta madre de todo en lo que esto se ha convertido. Por supuesto que un bloggero es más que un escritorcillo que se hace propaganda a diestra y siniestra, como si de un metroflog se tratara. Y lo confieso, tengo un puto metroflog que es igual de lúgubre y siniestro que esta pocilga de blog. Y no me quejo, tal vez me lo tengo bien ganado.
Todos los finales son el mismo repetido.
Y con tanto ruido, no se oyó el ruido del mar.
Pero esto siempre sirve para lo mismo, cuando uno cae con los dos pies al final de los párrafos de un post no largo y no corto se siente mucho mejor.
A veces cierro los ojos, porque detesto mirar.
Del otro lado 7
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Edgar no quería ser como su papá que la mayor parte del día y de la noche
se la pasaba en la calle, apostando en el frontón y los billares o
financiando ...
Hace 9 años
5 comenterios:
pinche amargo
tomala pedradooon!
ayyy y todo por culpa del anonimo del pao
digo del ano de la pao
nimo
ah no aqui no funciona asi :S
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