Hay cosas con las que creces y toda la vida están ahí para recordarte lo que eres. El otro día estábamos JM y yo en plaza arboledas galaneando, tirando rostro y consiguiendo citas y encontramos un lugarcito donde podías rockear por 2 pesos en el guitar hero 1 (que se trababa) y el 2, donde tocamos y, of course, rockeamos.
La cuestión es que me llamó demasiado la atención un mensajito en el que me prohibían, tal como en Wayne's World con Stairway to Heaven, tocar dos veces Sweet Child O' Mine (qué curioso, sólo han pasado 17 años de entonces) porque en fada.

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