El casino

(el video podría parecerles aburrido si no gustan del Texas Hold'em. es la gran final de un torneo en el que en la final quedó Doyle Brunson -10 pulceritas- y Phil Helmutt -11 pulceritas-, bastante bueno)

(basado en El Casino de Leo Masliah, más bien fusilado).

Una vez fui a un casino y comencé a ganar y a ganar. Era un casino del Estado. Y yo seguía ganando y ganando y todo lo que ganaba lo jugaba y otra vez ganaba. Y así, el tesoro nacional se iba reduciendo y reduciendo mientras yo seguía ganando y ganando.

Llegó un momento en el que a la Banca Internacional le debían menos que a mí.

Entonces nacionalizaron todas las tierras del país y me las regalaron a mí. Y yo las jugué todas y gané.

Entonces ellos sacaron más préstamos con el Banco Mundial y con el Fondo Monetario Internacional y se compraron toda la industria y el comercio del país y me los regalaron a mí. Y yo me los jugué y gané.

Entonces ellos me alquilaron por un rato la cadena de radio y televisión (que ya era mía) y la usaron para transmitir un mensaje exortando a la población a que, por razones de interés Nacional, se sacaran todos las ropas y fueran a depositarla con todo su dinero y sus joyas y todos sus efectos personales, incluyendo los títulos de propiedad de todas las viviendas en la puerta del casino, para con todo eso pagarme a mí.

Entonces yo contraté una cuadrilla de tipos que levantaran todo eso y me lo jugué y gané.

Entonces el Presidente mandó al Ejército a invadir a todos los países vecinos y los anexó todos para regalármelos a mí. Y yo me los jugué y gané.

Entonces tuve muchos países en mi poder y me los jugué todos con la finalidad de apoderarme de todo el planeta y luego renunciar a él decretando la abolición de toda forma de propiedad privada de los medios de producción y levantar así el nivel de vida de las masas explotadas de todos los continentes.

Pero resultó que la pelotita se pasó al otro número y yo perdí todo lo que tenía y lo que había ganado y me quedé sin nada, y me echaron del casino con una patada en el culo. Y todos los países, las tierras, la industria y el comercio volvieron a ser de los que hasta hace pocos minutos habían sido sus legítimos propietarios.

Cuando voy al Casino me juego el amor que te tengo y si gano vas a ver cómo te voy a querer. Nunca más nos vamos a pelear, vas a ver, vas a ver que todo va a salir muy bien.