Laberinto de amor

Bueno, yo no entiendo hasta dónde llega la estupidez humana que me permite tener un blog. Bueno, eso debo decirlo acerca de mi propio blog, porque sería mala onda decir que EL BLOG DE JUAN MANUEL APESTA.

Cuando estoy en el baño haciendolo (o sea, no coger weyes, sino hacer del baño), procuro leer. No siempre tengo algo que leer, y aunque me gusta leerme los tvnotas ahí dentro, generalmente leo los ingredientes, instrucciones, precauciones y notas de contacto de las pastas dentales, shampoos, jabones, etc.

Me da muchísima tristeza cuando se rompen los vasos. Es una tristeza invasora e indescriptible.

De un tiempo para acá, las cosas vuelven a tomar su lugar. Aunque buscándolo, sin querer.

Si hay alguien que me cae mal en este mundo se llama Glenn Beck y Edel Juárez.

Generalmente recuerdo las cosas. Si antes de dormir se me atraviesa la identidad de alguien cuyo nombre no recuerdo, no puedo dormir; Sin embargo, debo decir que logro recordarlos fácilmente.

De igual forma me pasa con las canciones, pero en un nivel de prioridad menor. En días anteriores tenía en la cabeza una canción que no sabía ni su nombre, ni su letra, ni su autor. En Manzanillo, mientras jugábamos texas hold'em Manela y yo, recordé. Era What is Life, de Iorch Harrison.

Mi Beatle favorito es Harrison.

Las mujeres pierden o ganan mi interés si les gustan o no los beatles.

Tengo un caramelo que igual le gustan.

Yo creía que no, pero uno pierde habilidades con el tiempo. Antes era un virtuoso con un control de nintendo en la mano. Ahora pierdo seguido en el fifa.

Ahora que todo regresa a su feliz lugar, cayeron mil proyectos. Eso y pensar que algún día las distancias (como el tiempo) se acortará, me pone feliz.

Si no miento no es por procurar ser honesto. No quiero adular acerca de mi manera de decir las cosas, arrogante ya soy. Lo hago porque siempre se me olvidan mis mentiras y si me preguntan por alguna, seguro me contradigo. Y podremos ser descorazonados, pero nunca perder la integridad.

La canción de los buenos borrachos me recuerda a todos mis verdaderos amigos. Uno al norte, otros más al este. Uno en la costa. Y no hay cosa mejor que saber que son buenos amigos.

No fumo mota ni nada de eso. Lo he hecho con cierta regularidad de un tiempo para acá. Pero la última vez que lo hice me entró un hambre y casi me congestiono :S

Y bueno, un día de estos, vamos a ganar.